Saturnino Calleja tiene calle y tiene dicho, el famoso "tener más cuento que Calleja".
De Calleja se decía que tenía mucho cuento porque los publicaba. En cantidades industriales, nunca mejor dicho porque fue de los pioneros en profesionalizar el oficio de editor; y en ediciones populares. Hasta el punto de convertirse en una institución dentro del gremio. Saturnino Calleja, de cuya muerte se acaban de cumplir cien años en 2015, está indisolublemente ligado al mundo de la edición infantil. En dos aspectos, inseparablemente unidos a su vez, que son como las dos caras de la moneda de su actividad: los libros de texto y los cuentos, aunque la extraordinaria popularidad de los segundos, origen de la expresión famosa, haya oscurecido a los primeros, que fueron también los primeros cronológicamente.